
Cena en un restaurant de la costa. Mantelito a cuadros, aire family, mosaico atento que trae tostaditas saborizadas y un tintillo respetable.
Miro sus ojos, esos ojos verdes que tanto quiero y que nunca me canso de mirar. Y advierto un cierto brillo, una humedad emotiva. Yo lo miro a él, y él mira la suave, dulce y aterciopelada pierna del
¡¿…TOTI RIOS!?...¡¡GOLAZO!!
Nunca, nunca en tu vida –¿me escuchás?- jamás te sientes en ningún lado con un plasma a tus espaldas (menos que menos a la hora de Fútbol de Primera). Sé lo que te digo, muchacha. A menos que te agarren desprevenida como a mí, con toda la saraza marina de un fin de semana largo.
Lo miré fijamente y decidí concentrarme en la Tabla de Mendeleiev para no clavar el tenedor en los ojos divinos.
-tá buena la ensalada- dije al rato a ver si había algo de pique.
-…
Nada. Respiré profundo y seguí con los elementos “soy Promecio ,mi número atómico es 61 y mi peso atómico es 147…soy Promecio, mi número atómico es 61 y mi peso atómico es 147, soy Promecio mi núm…”
Para el tercer gol de Independiente yo había terminado mi ensaladita. Maqueta mental: vaciar mi cartera en su plato para que deglutiera rimmel, documentos, llaves, monedas, papeles y afines. Frené y rajé de Mendeleiev a mi puterío astral: Venus en Aries…hum, transitando frente a mi Sol libriano, ajá, Marte también en Aries! (los tres cuadrándome a Urano rádix, con razón tanta turrada estelar. Es decir, si yo lo mato hoy al de los ojos divinos, hasta Ptolomeo me absolvería..!).
Cuarto gol del rojo, Independiente 4 –Tigre 1. Final del juego. Recién ahí, él retorna de revolcarse en el pasto y amar las piernas ajenas. Me encuentra sarnosa, ulcerada, destripada y en el esplendor de mi cara de culo, pero se nota que aún está en el cielo.
-…(telepático lo mío: quiero el divorcio.¡ YA!)
-…
Todavía fascinado, acaricia mi mano por sobre la mesa y entonces sí me mira. Apasionadamente susurra…
- …qué golazo..!
Rato después, me arrepentí del zafarrancho uraniano, la manía de divorciarme sin parar. Fue cuando miré al embelesado: soñando con su musa, la sonrisa en los labios, como siempre que gana el rojo de Avellaneda…
Producción General: Woman in love.
Para meditación, un koan zen: "lo vamo a reventar, lo vamo a reventar..."