¡¿Luna cuadratura a Venus?!

(¡Funcionaría como algo parecido..!)

¿Yo, tarada…?


- ¿Karina?- la voz de mi amiga, se acopló entre el mate y la almohada.
- ¡Mona! Dichosos los ojos que te ven!
- ¿Qué, tenés teléfono con visor ahora?
- No, tarada, es un decir (por más que sea mi amiga lo tengo que decir: t-a-r-a-d-a.)
- Kari, voy al grano. Resulta que mi sobrina Patri, que apenas tiene diecinueve años se metió con un tipo que le lleva veinte años, un tal Javier. El tendrá unos treinta y ocho,
- ...o unos treinta y nueve.
- ... después viene cuarenta..?
- ...¡¿Eh?!
- ....nada, seguí.
- ...y te quiero pedir un favor, porque resulta que etcétera, etcétera, etcétera. ¿Entendiste?
- Sí, pero no sé bien en que te puedo ayudar.
- Quiero que te lo levantes, que te lo transes, que le saques el novio a Patri, en definitiva. Ella lo va a olvidar ni bien se le cruce el próximo.
- ¿Yo? ¿Estás loca, Mona?
- ¿Y a vos que te cuesta? Para una tipa como vos, tan potra, tan atorranta, siempre tan alzada...esto es coser y cantar.
- ¡Mona!
- Es un decir, che. ¿Acaso sos la única que puede decir decires?
Las cosas como son, Kari. No te digo que seas
promiscua,libertina o reventada, pero sé que sos liberada y
divertida por eso te lo pido.
- ¿Y por qué no te lo levantás vos que ahora que estás de viuda te
hace mas falta que a mí y de paso matás dos pájaros de un
tiro?
Silencio en la línea. Una fantasía latente se descuelga de la lengua de la Moni y envuelve su voz ronca y temblorosa.
- ...es un terrible macho, hermana. Pero, entendéme, ella es mi
sobrina...
Me lo describió como tipo guacho divino, de pelo castaño, onda yuppie. “Para en un barcito de etcétera, etcétera. Si vas mañana a la noche tipo diez lo vas a encontrar”. Ay, Monita, amiga del alma justo ahora que estoy en celo me ofrecés en bandeja un macho de esas caracteristicas..! Jamás lo olvidaré. Después de jurarme cien mil veces que era secreto de confesión, le dije que “para mi la amistad es sagrada, Moni, y si lo hago es solamente por vos. No te olvides que soy casada y madre de familia, che”.
Al otro dia a eso de las ocho de la noche, puse en la mesada de la cocina, dos sopitas envasadas, en el momento en que llegaban del espacio exterior mi marido y mi hijito adorado.
- Me muero de hambre (el pendex, quince añitos).
- Vengo reventado de los pies (el esposo, de cuarenta)
- Voy a biodanza y vuelvo tarde (la esposa, de treinta y cinco que parecen treinta).
Salí a la calle elaborando mi próximo y único divorcio: la tenencia del nene me la dan a mi que soy la madre; mi tenencia se la dan a cualquier tipazo habilitado, y la tenencia de mi esposo que se la den a Rosa de Lejos. Ah, mi carrrrrne prieta y ansiosa, y arrannnnncame la vidaaa por favorrr...Me hice el coco en el taxi ¿Cómo sería ese Javier? Pagué al tachero y en un segundo estaba en el salón de Danza Vital, coordinado por un peruano sagaz.
- Hoy vamos a hacer una práctica distinta. Nada de baile, solo ejercitación de la energía, considero que están preparadas...
Eramos las tipas de siempre, sentadas esta vez en círculo, atentas, lista a crecer y evolucionar y salir de la mediocridad y,
- Hoy vamos a trabajar la sexualidad. - dijo.
(¡ Justo Jose de Urquiza! exclamó una jovata que estaba sentada al lado mío).
- ...a ver, relájense suavemente, cierren los ojos... piensen por un momento en ese lugar del cuerpo que las diferencia como mujer...¿Ustedes saben lo que tienen alli...?
¡¿Nos está jodiendo el peruano..?! pensé y miré a la jovata de al lado mío. “este es un infeliz...” me chismeó con los ojos en blanco. No se oía el entrechocar de dientes porque casi todas nos habíamos quedado con la boca abierta: estupidizadas ya con la primera frase.
- Ahora bien, respiren profundamente y con cada exhalación de oxígeno van a ir despertando la fuerza sexual que yace dormida como una pequeña serpiente enroscada y que se llama Kundalini. ¿Sienten? Cierren los ojos, respiren y despierten a esa viborilla arrullada en la base de la columna...
- hum...
- aaah...
- eh..?
- …las piernas son las columnas que sostienen el templo…el templo donde mora la guardiana del secreto...
La vieja me dio un leve codazo y me cuchicheó: “ se dio con peyote”. Pero yo ya estaba sacada, sentía mis rodillas enyesadas las dichosas columnas me llegaban hasta la garganta. Mi cara era una gelatina.
- ...percibo el placer que aflora en sus rostros, sigan en ese
estado, ahora vamos a realizar una experiencia que depende
como la vivan, puede ser trascendente...
- Vamos a...¡Despertar la Kundaliniiii!
Suspenso femenino, y el gran interrogante en medio de oleadas voluptuosas: ¿Le habrán hecho el control antidoping al profe?
- Sigan con los ojos cerrados, voy a emitir un sonido gutural y
cuando lo escuchen van a mandar esas cosquillitas al
medio del pecho, para lo cual les pido que pongan sus manos
sobre el corazón, eso es. Este es un rito sagrado asi que
permanezcan en silencio; es una energía especial la que se va a
mover. Respiren...
Otro suspenso, otro interrogante: “¿Nos hicimos el antidoping, todas, antes de ir esta mañana al supermercado? Yo estaba concentrada y ardiente y mi mente estaba en el medio de la mar suspiraba una gallina cuando,
- ¡Buruuuuuuooo! ¡Buruuuuuooo1 ¡BURUUUUUOOO!
Fue un zafarrancho. Abrí los ojos abruptamente y me di cuenta de que la única estúpida que tenía las manitas sobre el pecho era yo. Mis compañeritas se revolcaban vuelta carnero en la alfombra sin que el tipo las pudiera controlar. Ofendido, el del altiplano se las tomó no sin antes aclarar que ninguna de nosotros estaba en el nivel requerido para trabajar la energía sexual. Todas se retiraron babosas y sonrientes menos yo que seguía rezando. Pero...¡No está muerto quien pelea! recordé. Fui corriendo hacia el barcito donde Javier se enamoraría perdidamente de mí, abandonaría a Patri la sobrina de mi amiga Mona, y se casaría conmigo. Tendríamos dos hijitos, la nena y el nene - el casalito- y viviríamos en una casita con jardín y...¡NO! ¿¡OTRA VEZ EN ESA MISMA PELICULA DE HORROR Y MISTERIO?!
Agitada, llegué al barcito y lo ví, tal la descripción de la Moni. Macho, machísimo, machazo, estaba en la barra. Solo. Le pedí fuego y al mirarme se derritió. Acoto que mis cabellos transpirados estaban pegados a mi cara de gelatina, y una musculosa escotada de algodón, envasaba mis cuerpecito destacando mi actitud de guerra.
- Tenés cara de llamarte Javier- avancé.
- Y vos tenés cara de llamarte Marcela - me dijo antes de encajarme el primer muá muá que sacudió a mi viborita. El segundo me lo dió en la entrada al telo de a la vuelta. El tercero se lo di yo, en el ascensor . El cuarto no me lo dio, porque yo abrí la boca para amarrrlo y me encontré con ...¡ un terrible chumbo tamaño baño! “Dame toda la guita que tenés, las pulseras y los anillos. No, mejor dame la cartera... ¡Ah...y si gritás sos boleta!”. Le di toda la ferretería, incluso la alianza que Pies Cansados había puesto en mi dedo el día en que –yo de blanco y los dos en un mambo frenético- nos casamos. Lloré al recordarlo, pero me olvidé enseguida porque el caco desapareció en un instante. Aturdida, a los diez minutos estaba llamando a la Moni desde un público.
- ¿Javier? ¿¡Pero si Javier está aquí, con la Patri?! No, no fue al barcito...sssh, mañana te cuento.

Poco después la madrugada me encontró en la cama matrimonial asumiendo que por tarada todo me pasó por no conectarme con mi diosa interna, como decía el peruano. Pegué los ojos en el techo cuando recordé que ...¿No era que yo llevaba el diafragma en la cartera por si..?!

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